hoy me escapé de una clase, para ir al MAZ (museo de arte de Zapopan), entre con una idea meramente malinchista y sali con un falso patriotismo, digo falso ya que en realidad no tenemos bien definido ese concepto. Ni definido y mucho menos entendido. Entre voluptuosas e indígenas figuras femeninas que representaban la madre patria, la bandera, la vida y hasta la muerte, me di cuenta que el amor del artista por la mujer llegaba mas allá de su complejo de Edipo y sus situaciones grotescas que llegaban a ser primitivas, las situaciónes como ya mencioné, no sus trazos y pinceladas, que por otro lado te recordaban a la oscuridad de Caravaggio, las bellas mujeres robustas de Rubens y los típicos colores de México.
